Las ideas y la nunca desmentida energía de Francisco Arango y Parreño (La Habana, 1765-1837), están asociadas a uno de los períodos clave de la historia insular. La trayectoria vital del político acompaña el convulso tránsito de una sociedad colonial que convierte a la plantación esclavista en su fuente de dinámica de desarrollo, y concluye con el inicio del declive funcional de ésta en la década del 40. No fue por si mismo-como quieren atribuirle algunos biógrafos suyos- el artífic...